viernes, 7 de enero de 2011

¿A quién debe perseguir el Carnal Marcelo?

Primero que nada, deseo externar que estoy en desacuerdo con que se pretenda desaforar y perseguir penalmente a los jueces que dieron la absolución al presunto asesino de Rubí. Considero que lo hicieron apegados a los elementos que tenían para deliberar, de acuerdo a la Ley y sin dejarse influenciar por la opinión pública o por los sentimientos de la parte afectada; pues su trabajo es ese, aplicar la ley de manera imparcial en base a los elementos de cargo o descargo que se les presenten y en estricto apego a la Ley. Si la confesión del presunto asesino fue arrancada con tortura, lógico que no sirve como elemento de prueba. Los jueces no dispararon sobre Marisela Escobedo, ellos no jalaron el gatillo.
Luego, en otra instancia, con otros jueces, la condena (en ausencia, lo que la hace completamente inválida) no fue del gusto de la señora Escobedo y, en vez de apelar por los canales adecuados, trató de ganarse a la sentimentaloide opinión pública con el fin de presionar para que a su yerno le dieran la pena que ella quería y no la que marcaba la Ley. Señores, la opinión pública suele moverse por el sentido común, pero con frecuencia se deja influenciar por los sentimientos de simpatía o aversión que celebran o condenan a determinada persona, acto o asunto. Un juez no puede darse ese lujo. Un juez debe ser imparcial y frío, no puede emitir fallos o fijar condenas en base a sus sentimientos o simpatías. Si un juez debe emitir un veredicto, lo hará conforme a la Ley y a la jurisprudencia, aún cuando dicho veredicto vaya en contra de sus sentimientos. Como imagino que fue el caso de estos tres jueces.
Señores, el "hubiera" no existe. A quienes afirman que la muerte de la señora Escobedo no "hubiera" sucedido de haber condenado los jueces al presunto asesino de Rubí, les preguntó: ¿y si en vez de absolverlo lo "hubieran" condenado y él a su vez desde la cárcel la "hubiera" mandado asesinar en represalia, qué? ¿También serían culpables los jueces por haberlo condenado?
Por último, una aclaración: el que defienda a los jueces no significa que celebre o apruebe el asesinato de la señora; al contrario, lo repruebo del mismo modo que repruebo la muerte de inocentes. Por tanto, envío un mensaje a la autoridad, empezando por el Gobernador: no busquen a quién echarle la culpa... ¡encuentren al culpable!